sábado, 4 de julio de 2015

Carnicería turistica



Inspirado en  El Faro, La Recova y todas sus otras mentiras

El mar parece un grueso filo de carnicero
que rebana el paisaje antes de conocer la playa.
Allí se pueden ver huesos y mariposas,
tetas de yodo, medusas de piel, algas oscuras;
todo desmenuzado por la mano invisible del sol
entregando la crudeza del Pacífico.

Hiede así la costa como si fuera una llaga
como el piso de una carnicería
cuando no se atiende más público.
Gueón, nunca vengas a Serena 
sólo verás mentiras.


                                                     Escudo de la ciudad de La Serena, Chile

domingo, 7 de junio de 2015

Floripondio de la mendiga



De un árbol de plaza pública
Cuelgan las enaguas de la viuda.
Una mendiga de cabello rojo  
Las protege desde un palacio de cristal
Junto a su gato sin cabeza.
Ella come pescado de diferentes mares
Mientras escribe cartas al río
Que vuelven en forma de botellas,
Y las enaguas deshojan la luna
Y ella camina sin andrajos por las calles
Seduciendo un árbol de plaza pública
Donde cuelgan las enaguas de la viuda.
Se enamora de ángeles azules
Que beben vino en los bares
Pero decide cortejar a los lobos
Que no devoran ya su pecho.
Y vela el árbol de la plaza pública
Esperando el diablo que dormiría con ella
Una noche en que la luna sería una enagua  
Y todos estarían drogados como víboras
En un país de cabello rojo.

Pintura de Roberto Matta

Lo sé


Seguirán naciendo hombres sin padre
que se lo chuparan gratis a otros hombres
y seguirán habiendo maestros
que rían mientras sus discípulos
pregunten al techo
«Padre, dime, ¿por cuántas monedas de cobre
me diste a dios  


"Poeta lírico presentando a poeta empírico"

 Ilustración de Robert Sherer

viernes, 5 de junio de 2015

El esqueleto de vino



El esqueleto de vino
Cubierto de baba en vez de sangre
Con oscuros hongos en vez de ojos,
Se apoya en el cristal del auto
Para percibir el ropero de espuma
Y alucinar con trenes marinos
Entrando y saliendo
Como pulgones al devenir del mar.
El esqueleto de vino
No quiere observar nada más que las olas
Porque tiene miedo de ver el futuro
De ver lo que se pudre
Porque puede ver el pasillo del baño.
El esqueleto de vino, sin nariz ni muelas
Condenado a sentir sin órganos,
Le reza al culo de la virgen de loza
Y suplica por el vacío,                                
Por la gruta del huevo y su vomito.  
                                                                                                                                      Ilustración de Édouard Chimot

jueves, 4 de junio de 2015

Velas de atropellados


Ángeles naranjados de Vallenar
Cuidan de  los buzos del río inexistente,
Por allí pasan buses y camiones de grasa;
Carnicerías ambulantes devoradas por gusanos lunares.
Os veo, ángeles naranjados de Vallenar
Antes de pedir ayuda, están atentos a mí ser
Que tiembla rumbo al norte
En busca de la estrella del ritual.
Picas de palo aguardan unidas con nombres
Y mi cuello se retuerce al mirar estos ángeles
Que en realidad son buitres del retorno. 


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