De un árbol de
plaza pública
Cuelgan las enaguas
de la viuda.
Una mendiga de
cabello rojo
Las protege desde
un palacio de cristal
Junto a su gato sin cabeza.
Ella come pescado
de diferentes mares
Mientras escribe
cartas al río
Que vuelven en
forma de botellas,
Y las enaguas
deshojan la luna
Y ella camina sin
andrajos por las calles
Seduciendo un árbol
de plaza pública
Donde cuelgan las
enaguas de la viuda.
Se enamora de ángeles
azules
Que beben vino en
los bares
Pero decide
cortejar a los lobos
Que no devoran ya su
pecho.
Y vela el árbol de
la plaza pública
Esperando el diablo
que dormiría con ella
Una noche en que la
luna sería una enagua
Y todos estarían
drogados como víboras
En un
país de cabello rojo.
Pintura de Roberto Matta
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