martes, 4 de septiembre de 2012

Poema Inocuo


Vistes de lima mientras dejas pañuelos de girasol
sobre la senda azul del crepúsculo
como una mujer desnuda sobre un camello
vas hacia una lámpara celeste
en donde un gorrión juega en una pileta
y dice que es feliz
que el sol es un beso en un pezón de oro
fecundado en la perla del bosque.

De allí
Vasijas de leche traen las mujeres del azafrán
saludan a las orquídeas
saludan a los peces
que llevan los hombres que apestan a cierzo
bajo sus labios de amapola
crecen las espadas de plata
oscurecidas por el relámpago
que trae el órix de la tarde.

¡Estoy enamorado! ¡Estoy vivo!
Hay hongos de rubí en la bodega.
Muchachas con cerezos en el cáliz de miel
miran entre sus arbustos
como los paraguas del invierno
florecen en las manos
de los habitantes más inocuos.
(El vaho del animal blanco
late como una rosa de plomo)
Desandan como un dado en la ribera
El príncipe, el enano
el taciturno, el gigante
Las niñas de escolopendras en el pelo
La morena de ojos esmeralda
La pecosa que les inició a todos a tocarse.
Todos se atan a la mesa
junto al gato que juega con una avispa.
La más vetusta trae el espejo de roble
(una paradoja del ser humano:
la similitud del principio con el final)
Cantan las niñas
Cantan los niños
y la infancia es raptada por Johann
mientras un molino se quema como una pluma
como aquella, la luciérnaga del Comienzo. 


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